Según el Business Dictionary (2015), la cultura organizativa engloba los valores y comportamientos que "contribuyen al entorno social y psicológico único de una organización." La cultura organizativa representa los comportamientos, valores, creencias y principios compartidos por los miembros de la organización y es producto de factores como la historia, el producto, el mercado, la tecnología, la visión, la disciplina profesional y la cultura nacional. Así pues, la cultura organizativa afecta a la forma en que las personas y los grupos interactúan entre sí, con los clientes y con las partes interesadas.

Además, la cultura organizativa puede afectar al grado de identificación de los empleados con una organización. Muchos autores defienden la idea de que las organizaciones suelen tener culturas y subculturas muy diferentes.

Aunque una empresa puede tener su "propia cultura única", en las grandes organizaciones a veces coexisten subculturas o entran en conflicto, porque cada subcultura está vinculada a un equipo directivo diferente. Se han utilizado varios métodos para clasificar la cultura organizativa. Aunque no existe un único "tipo" de cultura organizativa y las culturas organizativas varían mucho de una organización a otra, sí existen elementos comunes y algunos investigadores han desarrollado modelos para describir diferentes indicadores de culturas organizativas. Los modelos más citados se analizan más adelante en este capítulo.